La Metamorfosis
por: René Piñón
“La Metamorfosis” es una obra concebida rápidamente, la idea nació en un instante que dio forma al concepto, varias ideas musicales, el formato de los tres movimientos y parte del estilo y el color, con lo cual el compositor comenzó a escribir inmediatamente. Unos meses después, a finales de marzo del 2006, apareció ante Lupino la partitura terminada, la cual no ha sufrido cambios o depuraciones hasta la fecha.
Esta obra para guitarra nació del libro de Kafka que lleva el mismo nombre, y aunque a simple vista parezca una obra programática, no lo es del todo; es cierto que los efectos logrados por la guitarra recrean ciertos ambientes de la obra literaria, pero el transcurso y la forma de la obra musical, no siguen cronológicamente los acontecimientos del cuento, debido esto principalmente a la expresión artística personal y musical que Caballero deseaba imprimir en la pieza.
Existe además una relación muy estrecha entre la obra de Kafka y la vida personal de Caballero: En el cuento existe una dualidad insecto-hombre, o incluso tal vez deformidad-cotidianísimo; mientras que el quehacer artístico de Caballero, así como su vida misma, están marcadas por la dualidad Lobo-Hombre, la cual aunque parezca alejada de la de Kafka, conlleva muchas similitudes en cuanto a esencia. Por otro lado, sabemos que el arte es interpretado de diferentes maneras por el público receptor, por lo que me pareció importante incluir en esta reseña la visión o interpretación de Caballero de “La Metamorfosis” de Kafka con palabras del propio compositor.
“Para muchos -La Metamorfosis- de Kafka es un cuento en donde un hombre llamado Gregorio Samsa se convierte en una especie de escarabajo gigante. Sin embargo, la historia comienza precisamente en donde Gregorio sufre esta mutación, por lo que ya es un escarabajo gigante desde el comienzo de la narración. En mi muy particular opinión de la obra de Kafka, sí existe una transformación paulatina, pero es obviamente mental, pues Samsa, aunque tiene un cuerpo que no corresponde a su naturaleza humana, mentalmente sigue siendo humano en el comienzo de la trama; sólo con el transcurso del cuento su mentalidad va transformándose en la de un ser deforme, o debería decir: Metamorfoseándose en la de un ser que refleja un estilo de vida degradante para los humanos, pero notablemente aceptable desde el punto de vista biológico o natural, el paso mental del humano al insecto. Es por eso que mi visión musical de este cuento comienza con un recitativo que reafirma el hecho de que Samsa ya es desde un comienzo un ser con cuerpo no-humano, dejando así la metamorfosis del sonido a un plano psicológico, o incluso patológico”.
Las Partes:
El primer movimiento como los otros dos, pretende reflejar atmósferas muy obscuras y en apariencia incoherentes que asemejen el color del cuento, lo cual lleva a Caballero a la utilización de acordes principalmente cuartales en una de las tesituras más graves de la guitarra, mismos acordes que funcionan como centro “tonal” de los tres movimientos (se pone tonal entre comillas, pues la obra no contiene formaciones sonoras típicas de la tonalidad en cuanto a su concepto musical, pero que sí funcionan como una tonalidad centro desde el punto de vista significativo de la palabra en sí). Las atmósferas antes mencionadas son reforzadas por efectos o ruidos producidos por la guitarra, con los cuales Caballero pretende principalmente emular el ambiente creado por el cuerpo de insecto de Samsa. A todo esto se une un ostinato que va metamorfoseándose hasta llegar a un clímax, para después reexponer con elementos de la atmósfera inicial. Obteniendo como resultado un característico: A B A, que refleja la trilogía: atmósfera - ostinato – atmósfera.
El segundo movimiento presenta la misma forma que el primero. Sin embargo, en esta segunda parte el ostinato es mucho más largo y abarca el ochenta o noventa por ciento del movimiento completo. Los efectos o ruidos aparecen ahora reforzados con recursos vocales, haciendo un juego sarcástico con los efectos de cuerdas sobrepuestas de la guitarra, que simulan la voz metálica y distorsionada de Samsa en el cuento.
El tercer movimiento es la variación a la forma, aunque no del estilo y las partes logradas en los anteriores, pues se presentan también las atmósferas y los ostinatos, pero en el siguiente orden: ostinato – atmósfera – ostinato - atmósfera conclusiva tipo Coda. Por lo que se logra un B A B A.
Las partes de la pieza se definen, según Caballero, de la siguiente forma:
I. El ser humano en lucha con el insecto.
II. El humano en unión con el insecto.
III. El humano abatido por el insecto que ha perdido el deseo de vivir.
Un rol importante en la obra lo juegan las escordaturas y las desafinaciones, las cuales representan esa lenta metamorfosis de Gregorio, que va, musicalmente hablando, desde los cambios de color, hasta la transformación del sonido en ruido en la ultima parte del tercer movimiento, con lo cual Caballero pretende simbolizar la muerte, o mejor dicho, el paso final de la vida a la muerte, la huida de del alma que se va (el sonido alejándose por medio de la desafinación de clavijas), dejando sólo un cuerpo vació pero aun con movimientos impulsivos de las extremidades (el ruido producido por las cuerdas que por su tensión baja son incapaces de producir sonido).
Esta obra fue galardonada con el 1er lugar en el concurso de composición para guitarra sola que se celebró dentro del marco del IV festival “Guitarra sin fronteras” en el 2006 y fue pieza obligatoria en el concurso de interpretación del mismo festival en el 2007.
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